Bellaguarda Llardecans 14/10/2023

Àlbum de fotos

A las 07:30 horas con puntualidad y la concurrencia de todos los participantes, encabezados por nuestro presidente, Lluís Olivan, embarcamos en el bus que nos llevará por una serpenteante ruta hacia el punto de partida, el municipio de Bellaguarda en la cara meridional de las sierras de la Llena y del Montsant, a donde se llega sobre las 09:00 h, para comenzar este Camino por tierras leridanas.
Iniciamos la salida con el cielo encapotado, temperatura de unos 20 grados y brisas del SW, desde la entrada de la localidad donde está ubicado el cartel publicitario que nos anuncia, que tienen a gala sus habitantes de elaborar un aceite de primera calidad y con denominación de origen.
Tras dar los primeros pasos observamos como predominan los cultivos de los olivos arbequinos muy bien conservados, en suelos bien regados por goteo, que dan al árbol un extraordinario color verde olivo, y ya a punto de iniciar la cosecha, que puede ser buena, con fruto grueso y abundante, plantados en hileras paralelas de olivos adosados, para posibilitar su recogida por maquinaria adecuada.
Cabe hacer un comentario sobre este cultivo que nos acompañará en toda la ruta, pues es el arbequino, una especie de olivo, ya casi generalizado en Cataluña, que fue traído de Siria hace unos 260 años por el Duque de Medinaceli, que, con los nuevos sistemas de plantaciones de tierras labradas, regadas y recogidas mecanizadas, junto con el peculiar sistema de riego programado, produce una rentable cosecha de un buen, competitivo y apreciado producto.
El primer tramo desde la salida transcurre como ya veremos en los restantes tramos, por una pista bien acondicionada generalmente de tierra y grava aglomerada por un producto sintético, que logra mantener en muy buen estado la pista del sendero, de tal manera que esta y las diferentes pistas que observaremos fueron trazadas para acceder a los distintos puntos donde se ubicaron las numerosas torres de aerogeneradores, así como para facilitar su mantenimiento, de modo que no se observan grietas, ni arrastre de piedras por las lluvias, lo que todo senderista agradece al planificar una ruta. Tras cuatro kilómetros en continua bajada no muy pronunciada, llegamos al mirador de la Bovera, donde nos tomamos el necesario refrigerio, y las fotos del grupo en su conjunto, antes de dividirnos en dos grupos casi al cincuenta por ciento cada uno, unos comandados por el Presidente regresan al punto de partida para realizar unos ocho kilómetros en total y el otro siguiendo aguas a nuestro imparable guía y compañero Otfried, continua en dirección SW por la cima de la montaña hasta tener a la vista el municipio de La Granadella.
Es de resaltar que en el área del Mirador de la Bovera hay una serie de obras artísticas, fruto de los concursos Oliverart, i una de las obras más recientes es el “Homo naturalis” de Susana Malagón que decora este entorno tan pintoresco, y que tan buenas vistas permite de esta zona de las Tierras del Ebro e incluso de la zona marítima entre Mallorca y la costa de Tarragona. De este trayecto por una estupenda pista, tal como mencionábamos, se pueden observar numerosas granjas de pollos y cerdos, algunas de gran volumen de producción y casi un centenar de torres de aerogeneradores de grandes proporciones y potentes rotores, que conectan su producción a una estación eléctrica de adecuada potencia, que transfiere a un tendido aéreo que bien puede tener una capacidad de diez a quince mil kilovatios, posiblemente sea una de las más potentes de la península.
Es de resaltar que, así como el estado de las pistas es muy bueno, no ocurre lo mismo con sus indicaciones a los senderistas, que son casi mínimas.
Al avistar la población de La Granadella tomamos a la derecha, un sendero más tradicional con algún repecho, que a la altura de la caminata que vamos a finalizar ya se hace notar, para por fin, alcanzar el punto acordado para embarcar en el bus, que nos conducirá al restaurante Cram, en donde ya se encuentra el primer grupo y nos reagrupamos.
La llegada a la mesa de una buena y abundante comida con vino de la tierra nos permitirá disfrutar los apetitosos platos y la tertulia con los compañeros. Tras estas buenas viandas y los agradables momentos vividos, emprendemos el regreso a Tarragona, ahora por otra ruta que evita las serpenteantes carreteras de la venida, para arribar al punto de salida de la Plaza Dels Vents, sobre las 19 horas, cómo estaba previsto.