Sábado, 26 de octubre de 2024, salida de Ascó a Flix.
Con el cielo cubierto y cayendo algunas gotas, 41 senderistas suben al autocar rumbo a Ascó, desafiando las previsiones de los meteorólogos, si bien Francisco, nuestro particular meteorólogo, ya había comentado que a partir de las 09:00 horas soplando el viento de Mestral, que es de noroeste, nunca llueve en nuestra zona, ya que el anticiclón se posiciona en ella colaborando favorablemente, por lo que se andará por caminos mojados, salvo algunas gotas, no obstante el Mediterráneo es muy cambiante.
Llegado el autocar a Ascó, descienden los senderistas sin desprenderse de las protecciones contra la lluvia y después de la foto de familia, inician el camino a través de la pasarela lateral para peatones de la carretera C-12, aérea en este tramo pues atraviesa el río Ebro, punto elevado que permite ver al fondo la localidad de Vinebre.
Así una vez en el margen izquierdo continúan por el camino de sirga, en terrenos prácticamente llanos, con ascensos o descensos muy suaves y que alternan el asfalto con la tierra en la que hay grandes charcos.
En el margen opuesto a los senderistas se observa el “otro castillo”, la chimenea de refrigeración de la Central Nuclear Ascó I y II, que se ubica en el meandro, industria que se extiende a otros terrenos limítrofes al mismo.
Durante el recorrido llaman poderosamente la atención las higueras, fruto que tiene su madurez en el periodo de mayor calor, que suele ser de julio a finales de septiembre, si bien algunas de sus variedades pueden ofrecer dos cosechas al año. Todavía prenden algunos higos de color morado y más adelante de color verde.
A la vista de todos estaba el embarcadero del paso de la barca de Flix, a donde acaba de llegar, del otro margen. La embarcación que está formada por dos chalupas, cada una de ellas de 18 metros de eslora y 8 toneladas de peso, unidas por una plataforma de 10 toneladas y que se mantienen con el diseño original de su creación a principios del s.XX y que se asemeja a un catamarán. Su desplazamiento se produce a través de un cable, del que se cuelga la embarcación, y que atraviesa el río entre dos torres donde las poleas permiten el movimiento en un sentido o en otro, propulsada por un motor eléctrico. Como curiosidad los nombres de las embarcaciones: “Democracia” y “Assumpció”. En diciembre de 2021 como consecuencia de una riada sufrió daños importantes que casí provocan su hundimiento, siendo desmontada y trasladada al varadero de Vinaroz para su reparación. Llevándose a cabo una reparación exhaustiva para su renovación y puesta a punto. El ayuntamiento es el responsable y lo hace a través de una concesión, teniendo en cuenta que es gratuita y se desplaza de un margen a otro en cuanto se observa que alguien precisa de su utilización.
Informan al grupo de la opción de utilizar la embarcación para su traslado al otro margen, que agradecen pero declinan el servicio aunque estaba previsto su empleo en el caso de que las inclemencias del tiempo no permitieran el desarrollo normal de la actividad con lo que ahorrarían 5 km y darían por finalizada la misma.
Continuando el camino, la tierra se torna rojiza y se produce un auténtico tobogán de subidas y bajadas y en algunos puntos hay barandillas de madera delimitando el camino especialmente en el lateral próximo al río. De improvisto Otfried, nuestro guía se detiene e informa que observa que la pasarela y barandilla que viene a continuación se encuentra inundada por el agua lo que impide el paso de los senderistas, deteniéndose el grupo mientras busca un paso alternativo y una vez confirmado indica la ruta a seguir, que consiste en elevar la dirección a la zona rocosa y de tierra que está a la derecha de la pasarela inundada saliendo a la carretera y continuando por la misma hasta encontrar un punto donde se pueda recuperar el camino.
Es ahora cuando nos rodean campos de olivos y cuyo fruto todavía se encuentra en las ramas en cantidades importantes. El aceite que se obtendrá, según Josep María, es muy apreciado por ser terrenos próximos a la comarca ilerdense de Les Garrigues donde se cosecha y obtiene un aceite muy valorado con denominación de origen.
Es ahora un edificio y sus conducciones que corresponde a la depuradora de Flix, planta dedicada al tratamiento de las aguas residuales de la población y sus alrededores para garantizar que el agua que regresa al medio natural esté limpia y libre de contaminantes.
Es la vista la que lleva al meandro de Flix en el que destaca el castillo nuevo, que después de diferentes vicisitudes y tras la destrucción del antiguo castillo, se construyó el actual, en el último cuarto del s.XIX por los carlistas a mediados de su tercera guerra. Su planta es triangular con una torre circular en cada vértice, dos de ellas de menor tamaño con aspilleras y dedicadas a la vigilancia, la de mayor tamaño estaba destinada a zona noble. Destaca que la fachada de mayor longitud está situada en paralelo al río. Su posición le permite un amplio campo de visión. Además de las guerras carlistas también fue empleado en 1938 en la batalla del Ebro.
Siendo reconstruido por el estudio de los arquitectos Victor Pujol Hugas y Rubén Heras Tuset, hijo del nonagenario Rubén Heras Madero, autor del libro “Ir y … volver”, que relata su experiencia del Camino francés que hizo en compañía de sus hijas Judit y María José, así como una amiga de estas, que continúan participando activamente en las salidas de senderismo. Hay que destacar que este estudio ha realizado también la reconstrucción del Castillo del Conde de Sicart de Vilaseca y otras construcciones.
Y llegan al punto neurálgico de Flix, la presa que controla el embalse de las aguas del Ebro en la zona y que en estos momentos tiene abiertas las compuertas próximas al margen derecho que arrojan un gran flujo de agua. Pasar por esta presa es pasar las páginas de 125 años de la historia de Flix y de la empresa, inicialmente nombrada, Sociedad Electroquímica de Flix, de capital alemán, que inició su andadura en 1897, aprovechando un viejo azud y fue de las pioneras de Europa en fabricar cloro por electrólisis.
En la década de los 40 se construyó el actual embalse y la nueva presa. Pasó por diferentes situaciones y a raiz de la Segunda Guerra Mundial, y para cumplimentar todas las resoluciones de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas, realizada en julio de 1944, en la que se establecieron las políticas económicas mundiales, en 1945 fue intervenida por el estado español, hasta que en 1951 se hizo cargo la empresa CROSS.
Llegó a ser el primer complejo estatal de producción de sosa cáustica y el tercero de Europa, y en su mejor época, a principios de los 60, llegó a dar empleo a más de 1.500 personas. Fue un referente durante todos estos años en la Ribera del Ebro. Con el cambio de siglo se desveló con toda crudeza las toneladas de vertidos contaminantes que la fábrica había ido depositando durante décadas en el lecho del Ebro, unos 700.000 m3 de lodos tóxicos, que hubo que extraer, un proceso de descontaminación iniciado en 2012, plagado de incidencias, que se prolongó hasta el año 2022, y que fue uno de los detonantes de su declive final. Cerrando finalmente el 31 de diciembre de 2022.
Una vez en el restaurante, se observó una curiosa distribución de las mesas, es decir, lo que se podría llamar una “U”, con mesas redondas en las esquinas o vértices. La comida fue llegando en deliciosos platos para compartir. A los postres Araceli tuvo la gentileza de compartir un exquisito chocolate que es de agradecer. Al igual que durante el recorrido se ha mantenido un gran ambiente de convivencia jacobeo entre los asistentes y que fue trasladado al autocar. A pesar de que M.Ángeles dijo que durante el trayecto serviría para descansar, se fue animando, incluso ella misma también participó con muy variadas canciones. Llegados a Tarragona, las despedidas con el interrogante de la ruta a seguir el próximo mes de noviembre.
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