La mañana del sábado desde diferentes localizaciones varios vehículos se dirigen a Rasquera, el punto de encuentro de los 24 senderistas, un bar que hace los servicios de panadería y pastelería. Dónde aprovechamos para adquirir pastissets de cabello de ángel, merengues y cocas de cerezas.
El punto de inicio es una amplia pero pedregosa subida que se bifurca.
Foto de familia y el primer grupo, dirigido por Juli, toma la derecha en dirección a la ermita de San Josep, donde se encuentran las fuentes del Avellaner y de Sant Josep, esculpidas en piedra, con un caño metálico pero sin manar agua. El regreso cerca de la ermita de Sant Elies y la fuente del Borboll. Durante el recorrido observamos la frondosidad de plantas y pinos centenarios, muy altos y rectos, de una variedad que no he identificado. También arces y olmos. Es de suponer que en periodo de lluvias, ha de ser una maravilla la variedad de plantas, arces, olmos y arbustos.
El recorrido de unos 9 km finaliza alcanzado el Coll de Murteró, que permite divisar un espléndido paisaje, al frente el valle del Ebro y los Ports a la espalda. Estás panorámicas plantean futuras salidas.
El segundo grupo cuenta con la presencia de Floc, un hermoso Golden Retriever de Armand y Lourdes, que con su apacible compañía se ha ganado el aprecio de todos.
Otfried nos introduce en un estrecho camino ascendente que se hace muy comodo gracias a un zigzagueante recorrido pedregoso, sólo interrumpido por tres árboles caídos, el primero nos obligará a gatear para poder sortearlo y los otros dos agachando la cabeza será suficiente. Llegamos a un casetón donde la visión alcanza a nuestro Mare Nostrum. Con esta imagen en nuestra retina paramos para tomar un tentempié.
Finalmente alcanzamos la Creu de Santos (942 m) de la Serra de Cardó. En este punto una cruz metálica y un curioso pesebre colocado en un pequeño portal metálico con las figuras del nacimiento hechas con tornillería. Coronando el punto un vértice geodésico.
El regreso por el mismo camino nos permite ver el antiguo balneario de Cardó y la abandonada planta embotelladora de la popular agua de Cardó. Completamos el regreso con un total de 7 km y un desnivel de 500 m De nuevo en los coches nos desplazamos al restaurante La Forquilla en Ginestar, donde se han incorporado Josep María y Montse para acompañarnos a la mesa y disfrutar de unas excelentes carnes a la brasa.
A la salida del restaurante le pedimos a una ciclista una foto del grupo y nos despedimos con la satisfacción de que ha reinado el sentido jacobeo en la actividad.
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