Propuesto por Otfried, el sábado 7 DE DICIEMBRE 2019 un grupo de senderistas, “In Memoriam” de Cèsar fallecido recientemente, nos dirigimos a Colldejou. Estacionados los coches iniciamos el ascenso a La Mola, conducidos excelentemente con ese saber hacer discreto que tiene Otfried. La niebla no nos permite ver en la lejanía. Este halo gigante imaginario nos acompañará durante la mañana. Un primer tramo ascendente asfaltado que nos engaña con los amagos de descensos. Tansformándose en tierra hasta llegar a una zona que nos permite plantearnos una parada y aprovechar para tomar el tentempié, donde con la cordialidad habitual compartimos frutos secos y chocolate con naranja. El refuerzo alimenticio nos anima a continuar. Ahora nuestros pies pisan piedras, hay que estar pendientes para no resbalar. En el tramo final la hierba cubre la zona y se reduce el grado de inclinación a la menor expresión. A la izquierda dos pequeños lagos, formados por las aguas de las lluvias y un algo más alejado el castillete en ruinas. Llegados intentamos localizar la placa que colocaron familiares y amigos. Al borde del abismo, en un rebaje del terreno que forma un asiento un reflejo del Sol nos permite leer sobre la piedra el nombre de Cèsar. Un excelente mirador que domina todo aquello que la niebla nos impide ver pero no imaginar, el privilegio de los elegidos. El cielo, ese techo que tantas veces quiso tocar y que ahora descansará en él. Unas palabras en recuerdo de Cèsar y un rezo son el colofón a este ascenso. El descenso por el mismo camino, más ligero, por supuesto. De nuevo Colldejou cercano, volver a los coches, en diferentes tiempos, y el regreso a casa, con un nudo en la garganta, pero con la alegría de haberlo conocido.
By julesp|25 de desembre del 2019|Categories: Activitats, General, Notícies, Resum activitat|0 Comments
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