Una fresca y soleada mañana de otoño los senderistas, tras los saludos y la presentación de las nuevas incorporaciones a la Associació, a las 08:30 h con puntualidad británica, inician el Camino de Santiago desde Tarragona, partiendo de la última plaza emblemática.
Al inicio, antes del puente de Santa Tecla un giro a la derecha y por una parte del Parque del Francolí, siguiendo el margen del río, caminan por tramos de tierra que se verán alternados por otros asfaltados.
Como es muy habitual vemos el lecho del río seco, que fue ampliado y reforzado en sus márgenes para evitar las salidas del cauce en las grandes riadas, que en ocasiones había provocado inundaciones en el Serrallo.
Vemos la primera presencia de agua retenida por una pequeña presa que mantiene el caudal que no la sobrepasa en este punto.
El camino se hace muy ameno por las conversaciones entre los senderistas.
Llegados a la zona del mausoleo de Centelles, se unen más senderistas que han estacionado sus vehiculos en el parking de la zona.
Se mantiene el buen ritmo y así al llegar a la almazara del Más Montseny nos sirven llescas de pan para que las tostemos a la brasa y rociarlas con un excelente y recien obtenido aceite con el sabor de las aceitunas arbequinas, las acompañamos con vino y frutos secos.
La edificación en su parte externa podría pasar por una simple y casi abandonada explotación agrícola, en su interior dispone de una moderna maquinaria. Tras el proceso de ventado de hojas y ramas y su lavado en el exterior, pasa en cuarterones de los diferentes propietarios por un proceso hasta la obtención del aceite.
Una curiosidad, a mayor temperatura se obtiene una mayor cantidad de aceite, pero de menor calidad.
Se aprovecha la visita para comprar aceite y algún otro producto como es la mermelada de aceite.
Nos despedimos agradecidos y continuamos hasta llegar a la ermita de la Pared Delgada y el restaurante del mismo nombre, donde esta prevista la comida.
Hemos finalizado el trayecto, con un desnivel de 250 metros que ha pasado imperceptible en un recorrido de más de 15 km.
Una etapa dirigida con la maestría a,que nos tiene acostumbrados Otdried.
Nuevas incorporaciones para la comida, a la vez que dos no pueden quedarse. El número total de participantes ha sido de 45.
Pasados al interior dos mesas imperiales nos invitan a acomodarnos. La llegada de los entrantes muy completos, los segundos con un excelente toque y unos apetecibles postres ponen punto final a la propuesta del día.
Es entonces cuando Lluis nuestro discreto Presidente nos informa que el que lo desee puede visitar la ermita. Que fue construida en el s.XII, como asentamiento templario y sobre una antigua villa romana de delgadas paredes que le da nombre.
El interior durante la pasada guerra civil fue destruido y tuvo una cuidada reconstrucción entre finales de los cincuenta y principio de los sesenta.
Una agradable sorpresa, ya que el exterior de la edificación es una vieja construcción nada cuidada y al entrar en la misma una grata sorpresa la luminosidad de sus frescos con colores cálidos hacen que con escasa luz la claridad interior se vea multiplicada. Es el fruto de la obra de Josep Grau, descendiente de la Selva.
Y más sorpresiva es la visita a la camareta de la Virgen de la Pared Delgada, una pequeña pero hermosa imagen que gracias al inmaculado blanco de las paredes consigue un excelente realce. Vamos a emprender el viaje de regreso, algunos con sus vehículos particulares y otros en el autobús que nos volverá a Tarragona, pero con una grata sorpresa se trata del que utiliza el Nàstic en sus desplazamientos. Lo que llenará de satisfacción a los hinchas nastiqueros. Un excelente recorrido de los peregrinos en la primera etapa del Camino de Santiago.
Ultreia et suseia
8,30 de la mañana, algarabía y contento en el grupo de Senderistas que retomamos las caminatas con el deseo de que este curso el virus no tenga fuerza para impedir las salidas a los preciosos lugares que Tarragona y sus pueblos nos brindan.
Hoy,como puesta a punto, hemos salido de la Plaça dels Vents para seguir el curso del Francolí y llegar a Centcelles. Posteriormente y por un sendero bordeado de litoneros, granados, avellanos, campos de olivos y algún que otro campo de calçots hemos llegado al Más Montseny donde hemos degustado el aceite recién elaborado, rodeados de contenedores del fruto recién cogido y turgente.
Continuando el sendero hemos disfrutado de un espléndido día que ponía luz e iluminaba el campo, despojado en esta época de todo su exuberante colorido pero regalándonos una paz y un aroma que sólo un rendido amante ofrece.
Finalmente hemos llegado al restaurante Paretdelgada donde además de reponer fuerzas hemos visitado la Ermita del mismo nombre y sus originales pinturas sobre escenas de la vida de Jesús del artista Grau Garriga.
Una vez más destacar la camaradería y el buen ambiente del grupo.
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