Salida de Flix a Ribarroja d’Ebre, sábado 29 de marzo de 2025.
Salida a las 07.45 h desde la plaza de la “Torre dels Vents”, nunca mejor dicho pues ya había sido anunciado que el viento sería nuestro compañero. Una vez embarcados en el autocar, Otfried el guía toma el micrófono para informar de la ruta y hace saber que es el cumpleaños de José María a lo que todos le cantan el “Cumpleaños feliz” y aplauden a lo que corresponde con un saludo y lo agradece.
Se dirigen a Flix con el fin de continuar el sendero iniciado en el mes de enero en Mora d’Ebre y que es conocido como Camí de Sirga, que bordea el río Ebre y que se corresponde con el GR-99.
Hoy es el tercer tramo que parte de Flix y finaliza en Ribarroja d’Ebre, llegados al destino, desembarcan y se abrigan bien, pues aunque el día es soleado el viento se hace notar. Atraviesan la presa, que ya lo hicieron en su día al finalizar el tramo Ascó-Flix. Observan que las compuertas centrales dan salida a la ingente cantidad de agua acumulada durante estos últimos días para evitar que rebose el embalse y se produzcan inundaciones, es decir que se hace de forma controlada. Al fondo en lo alto de la cima el castillo nuevo de Flix del que se habló en la salida anterior.
Nada más atravesarlo un paso subterráneo y un giro a la izquierda por un camino de tierra amplio que va a ir paralelo al río lo que permite que se puedan hacer filas entre los senderistas y mantener conversaciones que animan el caminar.
Transcurridos unos 2,5 km, de pronto, en un encementado y muy elevado poste de luz pero que carece de tendido eléctrico, un enorme nido presidido por una altiva cigüeña que es la señal manifiesta de que están entrando en la Reserva Natural de Sebes.
La Reserva Natural de Sebes es un espacio natural que junto con el Meandro de Flix, ocupa una superficie de más de 250 hectáreas de zonas de aguas libres, humedales, bosques de ribera, islas fluviales y galachos (o brazos de río). Es un punto importante para la conservación de la biodiversidad, tanto de fauna como de flora y vegetación. Algunas de las especies presentes en la Reserva, están catalogadas como escasas o muy raras en Cataluña.
En el año 1993 se iniciaron actuaciones de conservación conjuntamente con el Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Flix y el Grup de Natura Freixe, con un modelo de gestión participada precursora de la custodia del territorio. Desde entonces, y especialmente desde 1999, el Grup de Natura Freixe se encarga de la gestión de este espacio natural.
A lo largo de estos años, se han construido una serie de infraestructuras: la pasarela del carrizal, el observatorio de la laguna, el observatorio de la Vall de Sant Joan, la pasarela del bosque de ribera, el observatorio de las cigüeñas y el observatorio «Lo Galatxo», entre otros. Aparte, y gracias a la adquisición por parte de la antigua Fundació Territori i Paisatge, se incorporaron a la Reserva las fincas del Mas de las Cigonyes y del Mas de Pitoia. En esta última está ubicado el Centro de Interpretación del Camino de Sirga. Los itinerarios habilitados y el terreno llano hacen que sea accesible para todo tipo de público.
El citado Grupo realiza varios tipos de actividades, como visitas guiadas, talleres y las dirigidas a centros educativos, en el caso de los senderistas no pudieron participar en ninguna actividad organizada por el centro ya que estaban concertadas con anterioridad. No obstante, se podían mover por la zona con total libertad.
Llegados al Mas del Director, lugar desde donde se coordinan las diferentes actividades, la persona que les atiende informa que va a cerrar porque va a dirigir un grupo para hacer unas actividades programadas. Se aprovecha para observar en su interior paneles informativos y también una representación de las aves que hay en la reserva que han pasado por un proceso de taxidermia.
En el exterior hay mesas con bancos que permiten a los senderistas un pequeño descanso a la vez que pueden tomar un tentempié.
Próxima a esta edificación está la pasarela del Carrizal que tiene dos observatorios, primero a la izquierda el de Sant Joan, en cuyo interior hay un panel que en el que están representadas las diferentes aves que se pueden ver a través de un espacio longitudinal abierto. Al salir hay que retroceder y continuar a la derecha para ir al observatorio de la Llacuna, con una construcción similar al anterior.
En zonas próximas hay varios vallados donde los rebaños de caballos de la Camarga pueden pastar el cañizo que alcanza una altura superior a los 2 metros, especie predominante y que evita el crecimiento de otras especies. Al permitir el pasto hace que se conserve una especie denominada la escutelaria, que se emplea para medicamentos herbarios y la raíz ha sido usada en la medicina tradicional china para tratar el cáncer de pulmón y otros tratamientos médicos. No se pudieron observar los caballos pues en función de la época del año se encuentran en un vallado o en otro.
Más adelante se encuentra el Mas de Pitoia, donde se encuentra el museo del Camino de Sirga en el que se explica la navegación fluvial. Además, hay una zona de catas de dos productos completamente diferentes y que forman parte de la economía de la Reserva. El aceite de oliva virgen extra, de agricultura ecológica que resulta del molido de las variedades injerto (85%), arbequina (10%), rojillo (3%) y fragua (2%), cuyo sabor recuerda la almendra o la nuez, un aceite de calidad, único y de producción limitada y que toma como nombre Mas de Pitoia. La cerveza Lutra, artesanal, producto obtenido de la colaboración del Grupo Natura Freixe y la fábrica de cervezas El Anjub de Vinebre, empleando como ingredientes el lúpulo del bosque de la ribera del Ebro, la menta acuática de los humedales y el regaliz que crece en las zonas arenosas de las orillas del río obteniéndose un producto de calidad y sabor excepcionales.
Esta reserva no deja de sorprender llegan a una pasarela que permite adentrarse en el bosque de la ribera, los humedales y los galachos. Continuando se llega al Mas de las cigüeñas donde está el núcleo reproductor de las cigüeñas blancas, en esa zona también hay un observatorio de aves y un área de picnic. El recorrido por la Reserva llega finalmente al Mirador de las Islas desde donde se aprecia el Meandro de Ribarroja d’Ebre y las dos islas fluviales que están semisumergidas por el agua dado el gran caudal del Río Ebro.
Durante el recorrido en el lateral derecho del camino había tomillo y Serafín, Dolors, María Teresa y Emilio recogieron unos pequeños ramilletes para ofrecer un agradable sabor en los condimentos caseros.
En un tramo en el que en el lateral derecho se elevaban unas rocas se pudo observar que había unas filas, al parecer de mármol, separadas entre si de 25 y 40 centímetros, como si se trataran de unas capas de los diferentes estratos en que se hizo la sedimentación, a modo de cenefas, y por supuesto de forma irregular como es el terreno. Francesc, Maite y Josep Maria de broma dijeron que se trataba de mármol de Carrara, pero en este caso se trataría de las Tierras de l’Ebre. Interesando a Josep Maria que hiciera una fotografía para hacerlo constar. Todas las dudas se resuelven cuando Lluis, nuestro presidente, siempre atento lee la crónica e informa que se trata de yeso de sedimentación del Maris internus, motivo por el que se deshace. De hace unos 35 millones de años.
Se siguió caminando hasta un punto próximo a la carretera saliendo a la misma y al poco estaba el autocar esperando a los senderistas para desplazarlos al restaurante del Polideportivo de Ribarroja d’Ebre.
En el restaurante habían preparado varias filas de mesas, pues en total, entre los que habían caminado y los que se habían incorporado en el restaurante, incluido el chófer, eran 54 comensales. La comida se inició con platos centrales para repartir y como hecho poco habitual dos segundos, el postre y el café. Entre los últimos platos se fue animando el ambiente cantándole nuevamente a José María el cumpleaños feliz e Ignacio arrancó a cantar al que se unió Josep Maria y la fémina Mari Luz como si de un orfeón vasco se tratase.
Finalizada la comida suben al autocar descansando durante el viaje hasta la llegada a Tarragona, despidiéndose hasta la próxima salida.
Es de agradecer la amabilidad por parte de Carme y Serafín que me permitieron hacer fotografías con sus móviles puesto que el mío había sobrepasado su capacidad y a Josep María su foto de la zona del mármol.
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