A las 10:00 horas del sábado 24 de febrero de 2024, 38 senderistas embarcan en el autocar, cuyo conductor lo dirige hacia Masllorenç, punto de partida de la salida de hoy.
Llegados a la travesía de la localidad descienden y siguen un tramo asfaltado hasta que se topan frontalmente con la puerta de un cercado que obliga a seguir un sendero de tierra y en su lateral derecho se encuentran hermosos viñedos.
Al paso, una barraca de piedra seca, primera de algunas más que encontrarán a lo largo del camino. Parada que permite hacer una foto de familia.
Se adentran en un tramo más boscoso donde no hay cultivo y que dificulta andar por ser muy pedregoso. La parte final del grupo se descuelga y hay que parar para recuperarlos y evitar las distancias largas entre los caminantes para no confundirse en la confluencia con otras sendas que provoquen continuar por el camino equivocado.
Llega un agradable olor fruto de los brotes de tomillo y que Laly y alguien más aprovechan para cortar y llevarlo en la mochila pues es un perfecto complemento culinario. De Improviso un cruce con la carretera que hace que se doble la precaución pues está muy próximo a una curva lo que reduce la visibilidad de los conductores, afortunadamente el vehículo que salía de la misma frenó a tiempo.
Hay un pequeño desnivel descendente siguiendo un camino serpenteante que lleva hasta un campo de olivos y a continuación una barraca de piedra seca que, curiosamente, tiene adosada a su izquierda otra barraca que tiene puerta. A la derecha la mano del hombre ha instalado un tejadillo de uralita y también en su parte posterior cual pared, pero lo que más afea a la construcción son unas telas a modo de cortinas que rompen la armonía de estas bellas y rudimentarias construcciones que siguen la técnica de la piedra seca.
Ahora es la belleza de los almendros en flor que a pesar de la época del año se han adelantado a la primavera. Se produce la permuta de la tierra por el asfalto y nos acerca a una zona donde a ambos lados a modo de escolta están los campos donde vemos extensiones de viñedos a diferentes niveles, muy bien labrados y si bien la mayoría son jóvenes, hay alguna zona donde todavía permanecen viñas viejas. Un tractorista se empeña en dejar el terreno muy bien labrado que unido a las tierras colindantes forman diferentes figuras geométricas.
Una vez pisado el asfalto se observa en una pequeña elevación una construcción que corresponde al punto de destino, conocido como Mas Boronat. Y si antes ha habido que descender ahora corresponde ascender levemente hasta llegar al complejo hostelero.
Ha resultado un itinerario muy cómodo de escasos 8 km y de poco más de dos horas, que así fue planificado con el fin de que puedan participar en la salida el mayor número de asociados para celebrar la calçotada anual de la Associació.
En el muro de entrada recibe a los visitantes una cerámica con la inscripción: “El respeto es la cultura de un pueblo”. Traspasar la entrada introduce no sólo a un complejo hostelero, sino a una masía con una larga trayectoria histórica. En el patio central están instaladas tres filas de mesas para comer los calçots, cubiertas con manteles de papel.
Los senderistas dirigen sus pasos hacia el comedor donde dos alargadas mesas los esperan dejando en sus sillas las mochilas y ropas de abrigo a modo de ocupación, una forma de reservar un lugar en la mesa. Salen a recorrer el recinto y llama la atención la capilla bautizada como “Capilla de la Virgen de Flandes”. En el interior en el lateral izquierdo tres grandiosas pinturas enmarcadas, firmadas por Bermejo Abenza Gonçalves, en 1984. El primero “La presentación de las tablas de los mandamientos en el Sinaí”, a continuación “El desprendimiento de Jesús de la cruz” y “La aparición del Espíritu Santo a los discípulos”. En el altar un fresco con Jesús en la cruz, y a los costados las imágenes de la Virgen de Montserrat con el escudo de Cataluña a su espalda y la de la Virgen de Flandes y a sus pies un pequeño busto del fallecido papa Juan Pablo II y a su espalda el escudo de Flandes, en campo de oro, un león de rampante de sable armado y lenguado de gules, ha sido durante 900 años el del Conde de Flandes y en 1973 se convirtió en el de la comunidad flamenca y se encuentra en diferentes estancias del establecimiento.
Llama poderosamente la atención un cuadro con una fotografía de la tumba situada en la catedral de la Valette, capital de Malta, donde descansan las cenizas de Frau Nicolau Abridezcallar, prior de Catalunya, Comodoro de Espluga Calva y Barcelona, PECADOR MISERABLE, que murió el 21 de noviembre de 1794.
Una bebida en la terraza a la espera a que estén los calçots en la mesa a la vez que van llegando los 5 senderistas que no han participado en la caminata pero si acuden a la comida. El viento que durante la caminata no se ha hecho notar, empieza a ser molesto, y es cuando nos avisan que van a poner los calçots en la mesa.
Nos encontramos que el viento se ha llevado los manteles de papel. En la mesa ya están las cazoletas con el romesco y también aceitunas y fuet.
Hay que ponerse
los baberos para evitar mancharse y al poco empiezan a llegar las tejas con los calçots que son bañados en la salsa y están riquísimos acompañados con el vino de los porrones. El viento sigue y levanta baberos y también desplaza el chorro de vino de los porrones dejando huella en el rostro y la vestimenta, los menos prácticos en este arte lo han vertido en vasos y de esta forma consiguen que el caldo no les deje marca; con bromas y risas dando buena cuenta de los calçots pasan al comedor donde sirven las carnes y sus complementos. Finalmente llegan los postres, y los cafés y chupitos junto con la sobremesa ponen fin a la deliciosa comida.
El autocar espera para el retorno y al ser de un menor número de plazas, permite maniobrar en las estrechas carreteras. Camino de Tarragona el sol ayuda a adormecer a los pasajeros que llegados van bajando en las paradas más cercanas a sus domicilios. Ha quedado un agradable sabor y el deseo de una próxima salida en la que se pueda compartir el sentir jacobeo.
Buen Camino!!!
… He podido recopilar la historia de Mas Boronat… tiene sus inicios en 1674 y debe su nombre a la familia Boronat que la construyó. En la misma se guardaban rebaños de ovejas y sus moradores cultivaban algarrobas y olivos. Posteriormente se dedicaron también a la vid, y a finales del siglo XIX, las viñas se vieron afectadas por la plaga de la filoxera, un insecto que se alimentaba de sus hojas y raíces. Procedente de América, llegó con las importaciones a Europa y afectó a la península Ibérica destrozando grandes plantaciones.
Cambió de propietario en varias ocasiones y en 1919, lo adquiere Narcis Gosch Bosch, un empresario marmolista de Barcelona que había realizado grandes encargos. De los que destaca el mausoleo del Rey Jaime I, el conquistador, que se encuentra en la actualidad en un patio del edificio del ayuntamiento de Tarragona.
La construcción se encontraba en muy mal estado y para ello encargó la obra al arquitecto Enric Mora Guasch que hizo un gran cambio transformándola en una espléndida masía postmodernista. Construyó la torre principal con un palomar en la parte superior, que era símbolo de riqueza y paz, adornando la parte sur con un reloj de sol especialmente bien orientado con el fondo de Sant Jordi venciendo al dragón. Inscribiendo la frase: “Bienvenido el nuevo día, alabado Dios quién lo envía” y “E.Mora, 1923”, que era su original firma. Amplió la casa, diseño una plaza, que denominó Catalunya, con un gran depósito central para la recogida de las aguas de los tejados, una bodega, una fila de cuadras, una zona de jaulas y especialmente una mina de tierra en la parte inferior de la plaza con entrada al final de las cuadras y que hoy día se puede visitar, ya que la mina gracias a su rehabilitación fue convertida en cavas. Está información ha sido en colaboración con Josep M. Buqueras.
Durante el periodo de la guerra civil sufrió estragos y para evitar robos hizo construir dos casetas de piedra seca donde se guardaba la dinamita, se encontró un cartel que ponía “Polvorín”. Y también escondites y paredes falsas, especialmente en la bodega.
Hizo vallar todos los terrenos de caza, uno de los principales motivos por los que la adquirió. Se dedicaron también a la producción de vinos y aceites, adquiriendo maquinaria de última generación, que se pueden contemplar visitando el museo del vino y el aceite en que se ha reconvertido.
Al atravesar un periodo difícil económicamente tuvo que vender la masía a un inventor ruso, Carlos Slovinsky de Noreico, emparentado de lejos con la familia de los últimos zares de Rusia, que en Salomó era apodado “el ruso”. Hombre sencillo dedicado al control estricto de los trabajos agrícolas. Vigilando esporádicamente su finca, impidiendo, pistola en mano, transitar a extraños.
En 1974, próximo el final del General Franco, creyendo que pudiera llegar el comunismo a España, vendió la finca y no se supo nada más de él.
Oswald Voorbraeck, un empresario-inversor belga, fue el nuevo propietario que fue recuperando y conservando las antiguas edificaciones añadiendo y combinando otras para acabar dando un toque encantador de complejo turístico.
Construyó diferentes conjuntos de apartamentos, que denominó Amberes, Catalunya y Flandes. En un principio la ocupación se hacía anunciándolo en un periódico local de Amberes para hacer las reservas, al no existir los medios actuales de promoción y redes sociales.
Los propietarios eran muy religiosos y en 1979, la esposa un día creyó ver imágenes de la Virgen en una figura que se encontraba en la plaza. Se corrió la voz y venían gentes de diferentes lugares a poner unas velas o flores y rezar sus oraciones. Sorprendido por esta situación hizo construir una capilla que dedicó a la Madona de Flandes y a la Virgen de Montserrat, la primera por ser su lugar de origen y la segunda por ser el lugar donde se hallaban. El mobiliario fue hecho a medida y encargó al pintor Bermejo Abenza Gonçalves la decoración de la misma, por ser un reconocido artista de edificios eclesiásticos. Permaneció en la masía tres meses y pintaba, exclusivamente, por las noches que era cuando se inspiraba.
A principios de los 80 se inauguró el restaurante en el que se ofrecieron las primeras calçotadas, así como carnes a la brasa, paellas y otros platos típicos que hacían las delicias de los visitantes. En1989, se inició la construcción del hotel Malta donde habían estado los establos de los caballos.
En esa época el sr. Voorbraeck pertenecía a la Orden de los Caballeros de St Jhon de Malta, una vez construido su hotel albergó en Mas Boronat reuniones de la Orden, que encontraron en este lugar un sitio idóneo por su discreción, comodidad y tranquilidad entre los viñedos.
Oswald Voorbraeck desempeñaba el cargo de Comandante dentro de la Orden y en el Mas Boronat se estableció la sede de la Comandancia de Tarragona. En el acceso al hotel a mano derecha e izquierda hay dos grandes placas de mármol en las que se hacen constar, en la primera los dirigentes de la orden que acudieron a la colocación de la primera piedra de la Comandancia de Tarragona el 15 de junio de 1991, y en la segunda el establecimiento de la Comandància de Tarragona en Mas Boronat en Salomó el 26 de junio de 1993 y los miembros de la Orden que acudieron.
Como curiosidad hay una vitrina con una arma blanca, reproducción hecha, según consta, en el museo de la caza y la pesca alemán. Es una daga de caza (cuchillo para cortar ciervos) del Rey Ludwing II de Baviera (1845 – 1886) que hizo construir los famosos castillos de Neuschwanstein, Herrenchiemsee y Linderhof. Pertenecía a la dinastía Wittelsbach de Baviera. Está información ha sido en colaboración con Otfried Martz.
Finalmente se parcelaron las fincas con la finalidad de crear un complejo residencial en el futuro construyendo casas y una única urbanización. En el 2008 Oswald falleció dejando en manos de su familia la continuación del proyecto.
Salomó reconociendo la relevancia turística que aportaba Más Boronat a la localidad puso el nombre de Flandes a una calle que conduce desde la travesía a Más Boronat, pasando por el cementerio, en el que Oswald hizo construir un mausoleo donde fue enterrado. Gracias a Araceli, nacida en Salomó, se ha podido completar la historia de Mas Boronat.
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